Te adivino en la penumbra
Te percibo en la oscuridad
Te siente toda mi masculinidad
Porque mi alma se alumbra.
La textura de tu elegancia
La frescura de tu suave piel
Y la señal más sensible y fiel
Es el aroma de tu fragancia.
Tu sexo húmedo y latiente
Me llama a seguir tu aroma
En la oscuridad tu pezón asoma
Como indicando el resto ferviente.
Y llego a tu cuerpo deseado
Segregando fluidos y placer
Muero para volver a renacer
Dueño del tesoro más preciado.
Exhaustos y fundidos en la intimidad
Seguimos insertos en la penumbra
Nuestras almas brillan y alumbran
El amor vertido en la oscuridad.
Fernando Rivas
Copyright©2009
1 comentario:
Muy bueno Fernando,sensual e intrépido,,sigue escribiendo asi,y nos regalas estas delicias..un beso Normy
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