No me mires así, que en mis sonrojos
mi mente se desboca con premura
y anhelo acariciarte con ternura,
dándote el corazón puesta de hinojos.
Y es que encuentro en el brillo de tus ojos
intensa sed de amar, sin amargura;
ya que en ellos se encuentra la ventura
de sembrar el amor donde hay abrojos.
Ilumina mi alma enamorada
tu mirar que me tiene conmovida,
como el beso del sol en la alborada.
Mírame mucho más, siempre mi Vida,
regálame el fulgor de tu mirada
que en mi cielo, es la estrella preferida.
POETA
ELIZABETH LEYVA RIVERA
3 comentarios:
Ely muchas gracias por este soneto que es un lujo poético, afortunadamente te tendremos presente siempre, toda mi admiración.
Stefania
De mucho placer me resulta la lectura del soneto, amiga. Beso.
Pichy
De mucho placer me resulta la lectura del soneto, amiga. Beso.
Pichy
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