Tus ojos que hablan en silencio cruel
y gritan callados por el vil odio,
ignorando verdad amargo sodio
mi río quedó sin andarivel.
Para tus ojos jueces soy aquel
que callo desde lo alto de tu podio,
yo que de tu alma fui el más fiel custodio
soy de nuestro río un pobre bajel.
Cosas del río cinchando admirabas
los dos juntos distinto me mirabas
viviendo en éxtasis y frenesí.
Río inerme y silente que cruzabas
y al acercarte así tu me mirabas
solo pido...no me mires así.
POETA
FERNANDO RIVAS
2 comentarios:
Es un orgullo Fernando que estés con nosotros y que angalanes esta página con el soneto que nos regalas, eres un gran poeta y recibe mis sinceras felicitaciones junto a mis afectos.
Stefania
De placer la lectura de tu soneto, amigo. Abrazo. Pichy
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